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¿Cómo puedes ver la atmósfera? El viento nos sopla la respuesta. Las partículas diminutas conocidas como aerosoles son transportadas en el aire por todo el planeta.
Esta visualización usa datos de satélites de la NASA y los combina con nuestros conocimientos de física y meteorología para rastrear tres aerosoles: polvo, humo y sal marina.
La sal marina, que se muestra aquí en azul, es arrastrada por los vientos que pasan por encima de los océanos. A medida que se forman las tormentas tropicales y los huracanes, las partículas de sal se concentran en espirales que bien sabemos reconocer. Con su movimiento, podemos seguir la formación del huracán Irma y ver cómo el polvo del Sahara (que se muestra en marrón claro), es extraído del centro de la tormenta por la lluvia.
Los avances en velocidad de computación permiten a los científicos incluir más detalles de estos procesos físicos en sus simulaciones de cómo interactúan los aerosoles con los sistemas de tormentas. El aumento de la resolución en la simulación por computadora es aparente en los pequeños detalles, como las bandas de los huracanes que se arremolinan en sentido contrario a las manecillas del reloj.
Estas simulaciones nos permiten ver cómo encajan los diferentes procesos y su evolución como un sistema. Al usar modelos matemáticos para representar a la naturaleza, podemos separar el sistema en sus componentes y entender mejor los procesos físicos subyacentes de cada uno. Las investigaciones de hoy en día mejoran las habilidades de predicción meteorológica del próximo año.
El huracán Ophelia fue muy peculiar. Se dirigió al noreste, arrastrando consigo polvo del Sahara y humo de los incendios forestales de Portugal, y llevándolos a Irlanda y al Reino Unido. Esta interacción de aerosoles fue muy diferente de las otras tormentas de la temporada.
A medida que aumenta la velocidad de computación, los científicos pueden añadir más detalles científicos a las simulaciones, ofreciendo una comprensión más profunda de nuestro planeta hogar.
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